HABLEMOS DEL TRABAJO DE LOS ACTORES
Actuar e interpretar no es lo mismo, por eso hoy te traemos un artículo en el que detallamos todo lo que tienes que saber si eres actor empírico, comunicador audiovisual o cineasta.
Antes que nada, se debe mencionar que el actuar es una facultad y habilidad humana que todos tenemos en base a las distintas circunstancias y situaciones con las que nos topamos día a día. Aquí la diferencia radica en que todos podemos actuar de muchas formas, pero no todos saben interpretar tal cual como se debe de hacer y de eso también hablaremos hoy. .
Una de las cosas que debemos tomar en cuenta todo los que queremos o tenemos la intención de actuar, es que se debe reconocer como actor el espacio en el cual se desarrollarán los sucesos que pertenecen a la escena de teatro o película que se filme o realice.
Aquí es importante observar y sentir todo como si fuéramos el personaje que nos encargaron.
¿CÓMO EMPIEZO A ACTUAR?
A veces debemos escarbar muy en el fondo de nuestro interior en alguna idea o sensación que puede servir como punto de partida para empezar a actuar. Empieza siempre todos tus procesos de actuación con vacíos en la mente que irás llenando poco a poco con todo lo que nutra el desarrollo de tu personaje tanto a nivel narrativo como personal.
También podemos recurrir a objetos con los cuales nos identifiquemos o nuestros personajes, de esta forma podremos contar con artilugios que al ser utilizados por nosotros mismos, nos ayudarán a decir “Esto usa mi personaje, debo familiarizarme con este objeto. Despertaré con el, comeré con el y me iré a dormir con el ¡Debo sentirme como el!”.
En muchas oportunidades nos dedicamos a reprimirnos ciertas sensaciones que pueden aportar de manera significativa en nuestro desarrollo como actores y personajes, por lo que es importante no inhibir de ningún tipo la sensibilidad con la que estamos propensos a sentir siempre. Pensemos en esto no como algo que nos perjudicaría directamente a nosotros, sino a nuestro personaje, porque si no siente lo que tiene que sentir de la forma en como lo tiene que sentir, su actuación e interpretación se sentirá y percibirá de manera insípida y sin color.
Cabe resaltar también que si eres un actor que acude a ciertas reuniones para conversar sobre los personajes y donde tendrás las primeras impresiones antes de determinar si aceptas el papel o no, debes ir siempre con la mente en blanco y dejarte guiar solo por lo que el director o equipo de producción encargado te dice sobre como es. Es decir, no importa que tanto te imagines las cosas que puedes hacer para nutrir a tus personajes, si el director te dice que es un papel totalmente distinto al que te imaginaste antes de conversar con el, pues ¡Caballero nomás!
Nunca existe la idea o síntesis definitiva para un actor, es algo que se va puliendo a medida que se desarrolla la producción y es algo que no solo se hace entre actores durante cada ensayo, sino que se puede ir nutriendo, complementando y mejorando con recursos como la música, los objetos y todo lo que represente un avance actoral para nuestros personajes.
Es importante leer con calma cada texto, cada línea y cada escena en la que aparece nuestro personaje, de esta forma la comprensión se da de manera correcta y así se tiene un mejor panorama sobre como te tienes que mostrar frente al público. Esto nos lleva a las preguntas ¿Qué quiero? Y ¿Para qué lo quiero? En este caso, las respuestas a esas interrogantes te darán todo lo que necesitas para saber que hacer.
Ya seas director o actor, es importante entender que lo que necesitan los actores son ACCIONES, por eso se llaman actores y por eso debemos de darnos el tiempo de buscar e identificar las acciones correctas y pertinentes para nuestros personajes.
Dentro de la experiencia que cuento en papeles para cortometrajes o documentales de la universidad, además de los proyectos personales que siempre he llevado a cabo, puedo decir que uno de los peores errores por no decir el peor, es el de llegar a las grabaciones sin una idea clara de lo que se hará, porque seamos sinceros, improvisar y fluir es chévere, pero si no todos los actores tienen esa misma habilidad y predisposición para hacerlo, se notará y será perjudicial para el trabajo final.
Un error común (Lo he cometido algunas veces también) es el de pretender o tener la intención de que los actores actúen cosas que no son actuables, como por ejemplo, al poner una descripción en el guion que diga “Juanito siente ganas de comer empanadas”, algo que sería imposible expresar de manera física ya que ¿Cómo especifico que mi hambre se trata de empanadas? Es imposible, así que mejor cambiemos esa descripción por un “Juanito tiene mucha hambre y se nota en su rostro”, porque es aquí desde este punto que el director le dirá a su actor que esa es la situación, esa es la acción y al ser algo más de cuestiones expresivas, podrían lanzar varias propuestas de como se vería ese rostro antes de elegir uno y añadirlo a la anatomía del guion.
Como actor puedes definir e identificar las distintas escenas en las que aparece tu personaje y denominarlas según el estado de ánimo y postura que vayas a tomar, por ejemplo, si la escena se desarrolla en un callejón oscuro y estás a punto de morir, le puedes poner de nombre a la escena “La corrida final” o “Ansiedad” dependiendo de como te identifiques mejor y lo que realmente te dijeron que tienes que hacer. Recuerda esto, el director te explica las cosas tal cual como tienen que hacerse durante la realización, pero tu como actor tienes el deber de interpretar ese material y hacer tu propio sistema de actuación para poder representar a ese personaje ¡Tu como actor también elaboras recursos!
Debemos tomar en cuenta también que nosotros no actuamos para satisfacer nuestro ego o para llenar algún vacío en nuestro interior demostrando de que somos mejores que otros, lo hacemos para algo muchísimo más grande y especial, como una película u obra de teatro en la que los actores no son más que un elemento más dentro de todo el trabajo que realizan, pero un elemento que le da vida a todo. Por eso tenemos que entender al director y conectar con el, saber que es lo que quiere y como lo quiere para lograr su objetivo y plasmar su visión de manera audiovisual. Nosotros contribuimos con la parte artística y por eso debemos dar todo de nosotros para que si por A o B la pieza termina siendo mala, sea tu actuación y presencia la que hagan la diferencia para que la gente diga “¡Esa película es malísima! Pero gracias al protagonista ¡Hay algunas cosas buenas!”.
Con respecto a lo que es la creación de los personajes, es importante como ya mencioné anteriormente que se exterioricen las emociones de la manera más fluida y natural posible, además de leer muy bien a nuestros personajes y repasar el guion tanta veces sea posible. Es aquí en este punto en el que nos tenemos que ver en la obligación de ir a todos lados con nuestro guion, de preferencia escrito para hacer anotaciones y escritos de manera tangible. Busca información de todos los personajes que sean similares al que te tocó interpretar y quédate con lo mejor de ellos. Conoce el universo exacto en el que coexiste tu personaje con el resto de personajes que también encontrarás en la trama. Descubre los lugares a los que van, sus horarios, pregunta que harán, etc. Algo que pueden hacer es un ejercicio de Impro y fluidez con el resto de actores, solo tienen que juntarse en algún lugar y tan solo actuar como sus personajes ¡Nada más!. No debe haber pausas ni interrupciones y pase lo que pase, sin importar quien los llame o con quien se encuentren, deben de mantenerse en personaje hasta el final. Esto sirve para que entre todos se hagan preguntas y se conozcan como si estos personajes realmente existieran, porque ¡Vamos! Si existen, pero en la ficción, así que tu te encargarás de hacerlos realidad ¡Tienes que estar listo!
Dejemos la vergüenza a un lado y queramos a nuestro personaje, vivamos como el y nosotros como actores, vivamos el hecho de interpretar a alguien más. Puedes probar poniéndote los posibles zapatos que tal vez podría tener tu personaje, esto para sentir otra pisada muy distinta a la tuya y de esta forma, practicar caminando y sintiendo como tal.
Les recomiendo incluso que dentro de esos momentos de soledad y depresión en los que parece que ya nada tiene sentido, aprovechen si les apasiona la actuación y exploren dentro de ustedes en circunstancias que puedan servirles para sumarle eso a sus personajes. Salgan a la calle solos y desde que pisan la vereda de afuera, actúen como si fueran esos personajes para todo lo que hagan. Para subir al bus, para pagar el pasaje, para sentarse, para comprar, para comer, para tomar agua, para fumar, para lo que sea que hagas ¡Solo no te salgas de personaje!
Aquí te puedes apoyar con lo que también mencioné anteriormente que es todo lo que tenga que ver con los artilugios y objetos que tenga tu personaje y que siempre lleve con el. Aquí también influye mucho la forma de hablar de tus personajes, si es que tienen algún acento, alguna discapacidad, etc.
Respira profundo antes de interpretar, no trates de recordar lo que tienes que hacer, solo fluye y siente como tu personaje, pero en base a las indicaciones de lo que tiene que hacer en ese momento en específico. No pierdas el tiempo necesariamente para tomarse fotos durante los descansos en rodaje, puede ser el momento perfecto para ensayar o repasar los diálogos de las escenas.
Finalmente, algo que tenemos que entender es que desde el momento en que aceptamos un papel, estamos aceptando como es nuestro personaje, por lo que juzgarlo no es la mejor opción ni debe serlo en ningún momento. Debemos estar completamente seguros de todo lo que hacemos y tener la predisposición de hacerlo, de lo contrario, mejor no aceptemos ese personaje.
En este caso nos podemos referir a un tema de principios, convicciones, religión, apología o el que sea, si no deseamos interpretar a tal personaje tenemos todo el derecho, pero si aceptamos, no podemos juzgarlo de ninguna forma.
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